Aprende a cultivar los pensamientos positivos

“Pensar positivo” no quiere decir cerrar los ojos a la realidad cuando esta no es precisamente color de rosa. La clave radica en reconocerla, aceptarla y trabajar para mejorar la situación en la medida de lo posible y esperando buenos resultados. Para cultivar la actitud correcta:

1. Identifica tus pensamientos negativos

Estos casi siempre te auguran un mal resultado (“No pasaré la prueba”) o te hacen ver solo la parte negativa de una situación. Ante la ansiedad, la depresión o el desánimo, repasa qué has estado pensando. 

2. Examina de dónde surgen

¿Qué creencias o experiencias te llevan a pensar así? Si te has formado una opinión negativa o una actitud derrotista, eso es lo que manifestarás en tu vida. La actitud negativa te resta entusiasmo, que es el ingrediente principal –y el motor– del éxito. Recuerda: el origen de esta palabra que proviene del latín es “con Dios adentro”.

3. Imagina cómo vería esa misma situación una persona positiva

¿Qué de bueno le hallaría? ¿De qué manera podría ella mejorarla o sacarle provecho? Para una persona positiva, hasta un fracaso es una lección aprendida.

4. Cancela los pensamientos derrotistas

No los dejes tomar el control de tu mente. Ante una idea derrotista, di “Cancelado”. Analiza de qué otra forma es posible ver la situación y qué puedes hacer para mejorarla.

5. Evita las influencias negativas y busca las positivas

Quizás no puedes alejarte de esa persona que siempre ve el lado oscuro de las cosas, pero si entiendes que ese es solo su punto de vista, y no una representación válida de la realidad, no te contagiará con su desánimo.

6. Selecciona un pensamiento positivo, o crea uno y, tenlo siempre a mano

Además, lee biografías de personas que han triunfado en la vida; descubre el común denominador entre todos ellos: la actitud positiva.

7. Cuenta tus bendiciones

Cada vez que un pensamiento negro te asalte, cuenta cinco bendiciones que te ha regalado la vida. No importa cuán pequeñas sean. Estas suelen ser las que más extrañamos si nos faltan. Celébralas todos los días.